Me encontré en una situación en la que las cosas se salieron de control debido a una falta de comunicación. Me molesté por ello porque no quería que las cosas fueran más graves. Pero en mi deseo de ayudar me centré en el exterior, tratando de arreglar el problema en el exterior y ¿adivinen qué? Me salió el tiro por la culata. Mientras reflexionaba sobre esa situación más tarde ese mismo día, quise darme una patada a mí misma, porque no estuve en mi aplicacion con la diligencia que debería haber tenido. Después de tomarme un momento para aclarar mi mente, decidí también hablar con mi alma. Se me mostró el momento preciso en que todo salió mal ese día, al no estar activa en mi aplicación no pude ayudar la situación. Confieso que no fue fácil saber que podría haber evitado toda la situación.
Esa misma semana estuve en una reunión y mientras veía y escuchaba lo que se desarrollaba en la mesa me quedé en mi técnica, sólo me concentré en los latidos de mi corazón. Me sentí increíblemente tranquila y silenciosa, elegí ignorar el exterior, no reaccionar a la situación que tenía delante mientras escribía distraídamente en mi iPad. Seguí haciendo mi técnica en silencio. Y la situación pasó como una brisa silenciosa. Todos en la mesa siguieron adelante y lo que podría haber sido una explosión, el propósito que había detrás, se transformo en la mesa.
De estas dos situaciones, aunque en la primera no estaba en mi mejor momento, siento que aprendí una lección de ambas situaciones. Me esfuerzo por convertirme en una mejor versión de mí misma. Veo que algo bueno salió de ambas situaciones mientras sigo adelante. Sólo tenemos el ahora y aprender a ser una mejor versión de nosotros mismos en el momento para la próxima situación que se presente. Una cosa es cierta, aplicar continuamente es el único estado del ser.
Requiere un esfuerzo personal por nuestra parte, pero saber que podemos en el momento cambiar el mundo utilizando nuestra técnica. Ya sea que estemos en un salón de clases, en el trabajo, en una conferencia, haciendo los quehaceres de la casa, etc. No esperes al momento adecuado para aplicarla. El momento adecuado está en el ahora, en cualquier cosa que estemos haciendo en el momento.
Si aplicamos constantemente con un corazón sincero y para el beneficio e interés de toda la humanidad, entonces ciertamente caminaremos en la gracia divina en cualquier cosa que hagamos y dondequiera que vayamos. Y traeremos el amor infinito de la divinidad aquí en la tierra para todos.
Practica. Estudia. Aplíca continuamente desde el momento en que te levantes.